Mié. Dic 4th, 2024

Cientos de personas de todas las nacionalidades se arremolinan alrededor de la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Han venido para degustar el plato más típico valenciano con motivo del Día Internacional de la Paella. Un trasiego continuo de cocineros, ayudantes y comensales tiene lugar en el corazón de la ciudad. Este showcooking es una de las iniciativas del World Paella Day que tiene el objetivo de proyectar a la ciudad como destino gastronómico internacional.

«Hoy somos el epicentro de la cocina y es hora de llegar a todas las casas del mundo», dice Miguel Sanfeliu, responsable del evento y director de cuentas de Socarrat Studio. «Lo importante es saber que hay más de una paella y lo vamos a demostrar aquí», explica. De conejo, marisco, con caracoles, de pollo, con o sin ajo, todo vale en este encuentro. Una cola kilométrica se ha ido formando alrededor del Ayuntamiento. Ni el humo de los paelleros con leña, ni el sol pegando de lleno ha conseguido que la gente que lleva esperando más de una hora renuncie a probar el arroz de oro que hoy se sirve en Valencia.

«Nosotros hemos apostado por un arroz a banda con la sopita de la bahía alacantina y la cola de gamba roja de nuestra Dénia», dice Montxo Riquelme emocionado mientras añade el arroz a su paellero. Es el jefe de cocina del Grupo Riquelme, una prestigiosa cadena de restaurantes tradicionales de Alicante. «Hacemos paellas gigantes para 10.000 personas en países como Miami, Italia o Noruega y la gente alucina cuando la prueba», explica. Aunque en esta ocasión no haya tantas personas esperando a probar el resultado de su obra, el olor que desprende su producto ha despertado el apetito de la multitud que no deja de acercarse a su puesto. Riquelme no es el único experto que ha acudido a la cita. En total, diez restaurantes de la Comunidad Valenciana cocinan tipos distintos de paella para mostrar la versatilidad de este plato. Entre ellos se encuentran La Granja, Ri-Ra, Alfonso Mira o Chabe Soler.

Entre las personas que esperan en la larga cola, están Francesca y su novio. Han llegado de Nápoles para pasar unos días de vacaciones en la ciudad y no podían perderse la oportunidad de disfrutar de una de las mejores paellas de la comunidad. Tras una hora y media de espera han podido probar un par de platos. «Está fabulosa, y hay muchas variedades, a mí la que más me gusta es la de marisco», cuenta mientras se lleva a la boca una cucharada. «Es una pena que no podamos quedarnos más porque aún tenemos muchas cosas que ver pero nos hubiera gustado probarlas todas», explica. Casi todo el mundo ya tiene un plato en la mano y la multitud se dispersa poco a poco. Por un día, Valencia es la capital mundial de la gastronomía.