El término «errática» se utiliza en geología para referirse a las rocas que se encuentran en un lugar diferente de su lugar original de formación. En el contexto de la cocina, el término se utiliza para referirse a la presencia de ingredientes que no tienen una relación evidente con la receta o el tipo de cocina en la que se utilizan.
Por ejemplo, si un chef italiano decide añadir chile picante a un plato de pasta tradicional, se puede decir que ha utilizado un ingrediente errático. En este caso, el chile no es un ingrediente típico de la cocina italiana, pero ha sido añadido para dar un toque diferente al plato.
El uso de ingredientes erráticos puede ser una forma de experimentar con nuevos sabores y texturas en la cocina, o de adaptar recetas tradicionales a los gustos y preferencias del chef o del comensal. Sin embargo, también puede ser motivo de controversia, especialmente en la cocina tradicional, donde se valora la fidelidad a la receta original y la preservación de la identidad culinaria de una región o país.
En definitiva, la errática de la cocina puede ser una herramienta para la creatividad y la innovación en la cocina, pero es importante utilizarla con cuidado y respeto por la cultura y la tradición culinaria de cada lugar.