Jose Cuñat-Valencia | Cuando hablamos de GastroMarketing, la fotografía gastronómica,fotografía de alimentos o food photography es un elemento fundamental en todo restaurante, pero que en infinidad de casos, en Internet hay millones de ejemplos, no se le da importancia que tiene.
La gastronomía es uno de los temas de moda y esto conlleva que hoy por hoy todo el mundo fotografíe lo que come. No hace falta que seas un profesional de esto, ni que tengas un blog o restaurante, el ciudadano de a pie quiere mostrar lo que come y por ello las redes sociales están llenitas de fotos de comida.
Por un lado tenemos las fotografías que cocineros, personal de sala, gerentes, dueños de restaurantes hacen de los platos de sus restaurantes. En este caso deben ser impecables, y reflejar con máxima fiabilidad los valores de su local a través del plato que representan. Cualquier fallo en la fotografía, puede causar una mala impresión del restaurante, por lo que no nos lo podemos permitir si trabajamos en él.
Enfrente de los profesionales del negocio, tenemos a clientes, bloggers, “foodies” y demás “obsesos” de la gastronomía que no, para desesperación de muchos, sobre todo sus acompañantes, paran de fotografiar todo lo que se come.
Por eso os vamos a dejar ejemplos de lo que que se debe de tener en cuenta
Fotografia culinaria
Acostúmbrate a ver fotografías de comida con verdadero espíritu crítico, analizando lo que le falta o sobra, si se ha utilizado el enfoque adecuado… o si, realmente, nos encontramos ante la fotografía perfecta.
La fotografía gastronómica no es sencilla, se deben cuidar muchos aspectos, además de tener unos conocimientos de nuestra herramienta de trabajo y tener el control absoluto sobre ella, debemos conocer bien el producto que vamos a fotografiar y en algunos casos ser muy rápido como en los helados. Si además de esto quieres contar una historia con ella,que tenga sentimiento, tendrás que tener un momento de reflexión y pensar de que manera sacar el máximo partido a lo que tengo delante.Tenemos que transmitir sensaciones, vivencias, recuerdos o simplemente que te hagan querer traspasar la pantalla para comerte lo que te muestro.
Un plato de comida es algo tan efímero…de la cocina a la mesa y pocos minutos después desaparece. Con una imagen intentaremos plasmar los olores, los colores, las texturas hasta conseguir que el espectador se imagine su sabor.
Planifica la sesión
Este primer paso es fundamental en todo proceso creativo. Visualiza, piensa ¿Qué te dice ese plato?, ¿que texturas usar?, ¿qué conjunto de objetos y enseres elegir? Lo que en el cine, televisión o teatro llaman la utilería o atrezo. Todo juega un papel importante y nada está puesto al azar. Los colores son importantísimos, debemos de usar una gama de colores similares porque si no es así restaremos importancia a lo que queremos fotografiar. No hagas que parezca un batiburrillo que nadie sabrá para donde llevar la mirada.
Cuando uses colores como rojo, verde, amarillo mejor dejarlos como colores principales y apoyarte sobre el resto en tonos neutros o más claros para que la importancia se la lleve todo el ingrediente principal.
Lo mismo ocurre con las bases que tienes que usar, la maderas son perfectas porque dan mucha textura a la escena. Pero ten en cuenta que dependiendo de la fotografía y de lo que quieras mostrar esa textura puede que reste al objeto principal. Chapas de metal. piedra, suelos, mármol todo es perfecto para colocar encima nuestro escenario.
La rapidez en este tipo de fotografía es un valor en alza, no solo para no exasperar a nuestros compañeros de mesa, sino para que el plato no pierda consistencia.
En algunos casos no tendrás problema con el tiempo, sobre todo en recetas como bizcochos, galletas, bebidas etc… Todas estas aguantan ante cualquier duda que pueda surgirnos sobre la colocación de nuestro escenario. Pero en casos como el helado, souffles, carnes, pescados debes ser rápido porque pierden esa textura bonita y empiezan a resecarse u oxidarse como el caso de la fruta. O tienes un doble para ellos o tendrás que repetirlo todo.
TRUCO: “Maquilla” el plato Hay pequeños trucos que dan un aspecto más apetecible a los platos. Un poco de aceite para que brillen más, rociar con un atomizador de agua aportará frescor, añadir un poco de humo a un guiso de da autenticidad o agregar gelatina a una salsa, hace que parezca más apetecible.
No debes olvidar tener siempre un pulverizador con agua para impregnar el producto y dar esa sensación de frescura. El agua será un apoyo imprescindible para las verduras, frutas incluso en algunas ocasiones para botellas o vasos. Recuerda que la fruta se oxida muy pronto para ello puedes usar un poco de jugo de limón, sólo será necesario que untes el zumo por la carne de la fruta y esta te durará mucho más rato con su color natural.
fotografia culinaria
Ingredientes
Debemos intentar que fotografía y realidad no difieran demasiado y, evitar así, decepciones como la del que busca que le sirvan en el restaurante de comida rápida la misma hamburguesa del anuncio. También debemos cuidar los elementos que acompañan la foto, para que reflejen exactamente la esencia de la receta, y recreen la atmósfera apropiada. El truco está en “transmitir”.
Debes elegir el mejor producto, el más fresco y no por ello el más bonito. Hay ingredientes, que aunque tenga formas raras o sean más feusquillos no importa mientras se vean frescos y relucientes. Unos tomates con las hojas secas, unas fresas con lo verde pachucho ya no las hacen tan apetecible como debiera. Pieles tersas, verdes tallos, hojas fresca todo suma y mucho en nuestra fotografía.
Limpieza
Es algo que se presupone, como el valor en los soldados, pero debemos tener un exquisito cuidado con manchas en los bordes del plato, sobre todo con salsas, cremas y sopas, cubiertos sucios o manteles con migas de pan.
Platos sin empezar
Normalmente, un plato a medio comer no suele ser atractivo para el que lo ve en una fotografía, ya que lo interpreta como si fueran restos de comida.
Probar todo tipo de ángulos y enfoques Para hacer una buena fotografía, lo más importante no es la calidad de la cámara, sino el ojo del que la utiliza. Y ahora que el formato digital nos permite hacer infinidad de fotografías, no hay excusa para no probar todo tipo de encuadres. Cada plato, tiene su perfil derecho ¿o era el izquierdo?, tiene un lado bueno…. Búscalo.
TRUCO: Juega con profundidad de campo, es decir, que un plano de la fotografía esté perfectamente enfocado, que debe coincidir con lo que queramos destacar, y el resto sale desenfocado e intuimos su presencia, aunque no lo veamos claramente.
Prueba a acercarte al plato
Este punto concuerda con el anterior, pero tiene entidad suficiente para darle la importancia que merece, ya que como decía el mítico fotógrafo Robert Capa, “si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca”… y en el caso de la fotografía gastronómica se consiguen muchas veces sorprendentes resultados.
La luz lo es todo
Lo es “todo” en la fotografía, y a falta de una iluminación profesional, la luz natural, que no sea directamente la del sol, es la más apropiada. Por supuesto, el flash, como norma general, está prohibido, aunque algunas veces sea interesante activarlo como luz de relleno.
Sin la luz no tendríamos fotografía, así que imaginaros lo importante que es. En la fotografía gastronómica tanto la luz natural como la luz artificial si sabes usarlas serán la clave para que tu captura luzca de una manera o de otra. La luz lateral, crea volúmenes, texturas y dan a nuestro plato ese color que lo hace tan apetecible. Dependiendo de lo que queramos mostrar podemos usar la luz de una manera u otra, fotos en clave alta (luminosas) en clave baja (oscuras) todo vale, aquí tú eres el que decides como usarla dependiendo de lo quieres mostrar.
Lo primero que debes de hacer es controlar la luz, tener un sitio fijo para hacer tus fotos y así controlar la luz en las diferentes horas del día. Si vas a trabajar con luz natural, las mejores horas del día para una sesión de fotos es la luz de la mañana y la del atardecer. Muy diferente entre ellas ya que la del atardecer es bastante más cálida que la de la mañana. Apóyate siempre en los reflectores colocándolos en el lado opuesto de la entrada de la luz, y si lo que buscas son sombras, me parecen que algunas imágenes así lo piden suprime el reflector.
Si la ventana que tienes no es demasiado grande no sufras, mientras que entre algo de luz la fotografía podrás sacarla usando correctamente los parámetros de tu cámara. Siempre tienes la posibilidad de usar la luz artificial,
TRUCO: prueba a “sobre exponer” las fotografías, sobre todo cuando el plato sea blanco, ya que el fotómetro de la cámara suele medir la luz total, cuando lo que nos interesa es la luz de lo que hay sobre el plato.
fotografia culinaria
Sencillez
Hay que tener en cuenta que la fotografía gastronómica es como un retrato. Debemos centrarnos en lo principal, es decir la comida. El resto de elementos de la fotografía deben ser actores secundarios que nos ayuden a entender el plato. Estos pequeños detalles, sin aparente importancia, son los que muchas veces marcan la diferencia.
“menos es más“. Ante la duda siempre es mejor comenzar por menos, un elemento y alrededor de este ir construyendo tu escena. Siempre hay una pieza clave en todo juego y sobre ella se construye el resto. Con la fotografía de bodegones pasa lo mismo, comienza por fotografiar un elemento y ve construyendo un escenario a partir de él. Todo tiene que tener una concordancia y ser real, que todo tenga un sentido. Imagina que estás en tu cocina o poniendo la mesa, igual debes actuar cuando creas la escena.
Los fondos juegan aquí un papel importante, céntrate en el producto y no uses fondos que puedan despistar. Juega con la profundidad de campo esto da un resultado fantástico para centrar la atención en lo que deseas.
fotografia culinaria
No te conforme con una foto
Estamos en la era digital así que no te conformes con una foto, dispara y hasta que no estés seguro de tener lo que quieres no pares. El mismo escenario te puede servir para disparar varias fotos, una vez tienes la escena puedes hacer una fotografía a esta y luego mediante cortes ir haciendo fotos a los detalles, prueba y ya verás como te sorprenderás. Ve moviéndote y no tengas miedo a sacar desde diferentes ángulos, lateral, cenital… Puede que en algunas ocasiones tengas que mover algo de la escena, pero bueno no cuesta nada y te resultará muy fácil a la hora de conseguir otra imagen totalmente diferente a la anterior.
fotografia culinaria
Ángulos y espacio negativo
El espacio negativo es el espacio que queda entre el marco o filo de la foto y el objeto principal de nuestra fotografía capta todo el interés del espectador sobre ese elemento, que para mí es tan importante. El espacio negativo tambien se debe saber usar, una escena con un excesivo espacio negativo sobre el elemento principal puede dar sensación de aplastamiento y al contrario, si este está por debajo, puede parecer que el objeto esta flotando. Hay que usarlo todo en su justa medida.
El ángulo es primordial en la fotografía culinaria, se dice que fotografiar con un ángulo de 45º sería el perfecto ya que simula la posición cuando estamos sentados a la mesa. Pero como las reglas están para saltárselas y cada fotografía es diferente, el ángulo a usar es el que a tí en ese momento que estás tras el visor te parece correcto. Cuidado cuando quieras mostrar el contenido de un plato y usas un ángulo demasiado rasante, al igual que hacer una cenital a un bizcocho, nunca podrás mostrar su volumen.
Las fotos cenitales, tomas desde arriba, dan mucho juego para mostrar una escena grande, llena de cosas o bien para centrar la vista sobre un solo elemento. Recuerda que en este tipo de fotos debes de enfocar la totalidad de los que está en la escena o al menos casi todo. El ángulo a ras de ojo da sensación de profundidad y el picado en perfecto para mostrar el contenido de nuestro plato.
fotografia culinaria
Incorpora el factor humano y movimiento
¿Qué pasa si integramos en nuestra imagen el factor humano? Pues que sin ningún lugar a duda dotamos a nuestra foto de mayor realismo y cercanía. Es tan sencillo como usar el temporizador de tu cámara o bien un disparador remoto, no dudes en hacerlo porque tus fotografías cobrarán vida, además de ser muy divertido.
El aparecer en tus fotos significa que estás contando algo, sirviendo un rico guiso en un plato, haciendo un bizcocho, amasando, batiendo un huevo. No solo conseguirás dar realismo sino ser parte de la historia. Además gracias a tu ayuda el movimiento en tus fotos será posible con solo coger un batidor de varillas y levantarlo.
TRUCO: Los splash, son geniales. Cada disparo es una fotografía diferente. Este tipo de fotos gustan mucho el único secreto (si usas luz natural) es disparar a una velocidad muy alta para congelar la gota, usar un diafragma muy abierto y tirar de ISO si te falta luz. Con flash lo tendrás muchísimo más fácil y lógicamente será bastante menos complicado.
Fotografía culinaria
Cuenta una historia
Bueno es algo que ya te he comentado en varias ocasiones. Una foto debe transmitir y para ello debes pensar como hacerlo, todo lo que incluyas en la imagen servirá para ello, no es lo mismo fotografiar la sarten tan preciosa que tienes abajo sobre una base de madera sin más, que acompañarla de apoyos que te invitan a pensar en lo que te estoy intentando decir. No sería lo mismo una fotografía del coulant a secas que mostrarte esta escena en la que estamos disfrutando de una suculenta merienda junto a un te calentito.
No es difícil, solo tendrás que mostrar lo que quieres con elementos externos que tengan sentido en tu escena. Unas flores, una ventana detrás por la que entra la luz, una mesita con un libro, una cafetera…… una luz tenue. Piensa que cada pequeño detalle suma en tu imagen y hace que el conjunto del todo haga la historia.
Fotografía culinaria
Diviértete y crea
Ante todo es cuestión de que disfrutes con lo que estás haciendo. Pásatelo en grande y que cada sesión sea un momento creativo en el que des todo de ti. Se arriesgado y prueba a colocar las cosas en sitios que normalmente no los pondrías, ten a mano todo lo que puedas.
Una cuerda, unos botes reciclados de las aceitunas, tomates o de lo que sea,. Intenta inspirarte en Pinterest o Instagram hay cientos de imágenes que te servirán para ello.
Crea tu estilo No hay nada más satisfactorio para un fotógrafo que reconozcan una foto suya. Al igual que a tí te será mucho más sencillo cuando cuando hayas creado un estilo propio y tus fotos tengan una marca particular. No copies, no servirá de nada porque al final realmente no estás haciendo algo tuyo, estás transformando algo que ya está creado porque además nunca te saldrá igual. Dos personas ante el mismo escenario hacen dos fotos totalmente diferentes cada una tiene su visión particular por ello tu visión es tu estilo, apuesta por él y adelante.