Uno de los formatos que más nos gusta compartir en las redes sociales, son las fotos, pero nos tenemos que preguntar ¿Cualquier foto vale? Con Instagram y otras aplicaciones similares, todos nos creemos un poco fotógrafos, a qué sí? Pero si queremos sacar lo mejor de nuestros productos, aprender trucos de fotografía gastronómica, no nos vendrían nada mal.
El mismo plato, sacado rápido, sin luz y sin ningún tipo de conocimiento, nos va a perjudicar más que ayudar, una cosa es querer sacar un plato que hemos hecho en casa, otra cosa, es enseñar los ricos platos que se pueden degustar en nuestro restaurante y en ese caso, la calidad, tiene que superar la inmediatez.
Todos podemos sentirnos atraídos por este tipo de fotografía (aunque sea sólo a modo personal amateur). Si éste es tu caso hoy te traigo una serie de 11 trucos que podrás empezar a aplicar desde este mismo instante para inmortalizar esos platos tan exquisitos que te gusta zampar. Para amenizar la lectura e ir abriendo boca he ido intercalando alguna que otra fotografía a lo largo del artículo, a modo de inspiración.
1- Ser rápido. Algunas partes del plato pueden estropearse “visualmente” si dejas pasar mucho tiempo. Por ejemplo si el plato contiene queso derretido éste se irá poniendo duro en poco tiempo y el plato empezará a resultar menos apetitoso en la foto. En realidad necesitas saber qué quieres fotografiar y cómo lo quieres hacer antes de que se sirva el plato, para así no desperdiciar ni un segundo.
2- Cuida los detalles. Por ejemplo si estás fotografiando carne a la parrilla asegúrate de que esas marcas de la parrilla queden bien visibles en la carne, eso le dará mayor atractivo.
3- Evita los excesos. Nada resulta más desagradable que la foto de un plato lleno de comida a rebosar. En fotografía gastronómica las pequeñas cantidades triunfan más.
4- Dispara con luz natural. Siempre. No hay excepciones. Dispara en horas de plena luz diurna y hazlo cerca de alguna ventana despejada de cortinas. Así tu plato obtendrá todo el protagonismo que necesita.
5- Juega con la Profundidad de Campo. Para ello necesitas disponer de un objetivo como éste y aplicar la técnica que comenté varias veces para los retratos, pero esta vez con el plato.
6- Enfoca el punto del plato más cercano a la cámara. Este consejo combinado con el anterior de la Profundidad de Campo reducida hará que la parte más cercana del plato aparezca nítida, muy muy nítida, mientras todo lo demás tirando atrás va perdiendo enfoque y nitidez.
7- Dispara desde el nivel del plato o casi. Si encuadras la foto desde muy arriba apuntando hacia abajo en la mayoría de los casos tendrás una perspectiva poco atractiva. En cambio, bajarte casi al nivel del plato y dispararlo desde ahí de cerca crea una mayor sensación de cercanía y realismo en la mente del espectador.
8- Algunos alimentos quedan mejor en un trozo de papel dentro del plato. Los platos con salsa o aceitosos no permiten esta regla, pero sí otros como sándwiches, hamburguesas, nuggets y cosas así. Dan un toque genuino y muy artesanal.
9- A ser posible, deposita tus platos en una mesa de madera. La madera queda muy bien como fondo en las fotos de platos, transmite autenticidad, tradición y simpleza.
10- No sirvas la comida en el mejor plato que tengas, ni te molestes en desplegar ese mantel de motivos artísticos que tienes guardado para las ocasiones especiales. Recuerda que en las fotos que quieres hacer la protagonista tiene que ser la comida. No interesa por lo tanto estropearle su momento de gloria ni hacer que la atención del espectador se divida entre comida, recipiente, mantel, etc. Necesites que la gente se fije en el plato, no en el mantel.
11- Muévete. No caigas en el error de disparas todas las fotos desde la misma perspectiva. A veces dar una vuelta alrededor de la mesa e ir disparando desde distintos puntos de vista nos puede revelar grandes fotos que desde la perspestiva original no parecían tan interesantes.
Fotografías en el mercado de la Cerveza